Si existiera un trabajador así, lo contratarías hoy mismo.
Imagínate que encuentras al trabajador perfecto.
No se pone enfermo.
No tiene que llevar a sus hijos al médico.
No pide vacaciones.
No llega tarde.
No te rie las gracias.
No se queja de horas extra.
Trabaja 24 horas al día, 7 días a la semana, sin cobrar horas extras.
Atiende a todos tus clientes con la misma sonrisa, sin importar la hora ni el día.
Y cada día aprende a vender mejor.
Ahora imagina que no tienes que pagarle nómina, seguridad social ni finiquito.
¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un trabajador así?
Ese trabajador existe.
No se llama Juan, ni Marta, ni Ahmed.
Se llama tu página web.
Bien diseñada, bien mantenida y optimizada, es el empleado más rentable que tendrás jamás.
Cada día envío un email con ideas y consejos para que tu negocio pase al siguiente nivel.
